Esta misma tarde hemos estado realizando un concierto que Josep Carreras ha dado en segovia el teatro situado en la plaza mayor. El concierto ha sido muy bueno, se nota que es un gran profesional y por ello, en mi opinión, merece un cierto respeto, al igual que todas las personas que hacen bien su trabajo.
Lo curioso del tema es que una vez finalizado el concierto, recogiendo un cable de intercomunicación, estaba semitapando la salida de atrás del teatro, y sin ton ni son llega una señora y da una patada al rollo y me dice, “hay que dejar sitio”… umh, me levanto, la miro y la digo, “Muy bien chavalina”. Lógicamente la mujer estaba intentando hacer sitio para que el señor Carreras se metiera en un jaguar y se pirara, librándose de unas 5 mujeres italianas que le esperaban para darle la enhorabuena ( y a las cuales se debe ya que han pagado un dineral por verle). Y digo yo, no podría haberme pedido que si podía dejar sitio? Creo que soy lo suficiente educado para dejar pasar al señor Carreras y a aquella señora, por muy poco que se lo mereciera en ese momento.
Quizás es que haya personas que valen más que otras y por ello, mientras los que valen menos trabajan, los que valen más se dedican a menospreciar a los que valen menos, pero intentan trabajar, entre otras cosas para hacer que el señor que te da de comer, sea quien es. Un cero para la señora y ya que estamos, para los encargados de los lugares donde se realizan actos de este tipo, preocupados por el calor de su sala a pesar de entorpecer el trabajo de los demás y de haber apagado la calefacción y cerrado la sala al público.
Nunca seais así, por favor.