Hairy Harry es el típico juego que ves un screenshot y te da grima y ganas de llorar pero que luego juegas y gracias a una dinámica simple pero adictiva te quedas enganchado. Yo he jugado contra la máquina, pero a dobles tiene que ser cojonudo.
En resumen diría que es un juego de voleyball en la que los jugadores son karatecas, la pelota es una bola de esas del yin y el yan y el escenario es el desierto con pirámides de fondo.