Llevo un tiempo leyendo algunos libros y artículos sobre metodologías además de estar dentro de un proceso de adaptación a CMM2. La gestión de proyectos es compleja, por lo menos desde mi visión actual con más bien escasa experiencia, y aún no tengo muy claras las cosas.
Resulta que el objetivo del desarrollo es tener algo tangible, algo que se pueda usar, que sea útil y en el que cuanta menos burocracia haya mejor. Esto es aplicable no solo al desarrollo de software, si no a cualquier proyecto, pero yo no sé que pasa que en todos los proyectos/negocios que veo al final se consume más tiempo en burocracia que en desarrollo.
Si tienes una empresa de 100 empleados parece lógico que la burocracia aumente, sobretodo porque con 100 empleados tienes mucha probabilidad de que tengas a mucha gente no muy buena en su trabajo, poco motivada, etc. Es normal que se tengan que marcar unas reglas estrictas de funcionamiento.
Me planteo si de verdad usar metodologías muy severas aporta algo a proyectos dinámicos, los cuales se adaptan de forma rápida a las necesidades o si estoy confundido y es necesario un control muy cerrado para llevar un proyecto a cabo con una calidad profesional.
Al final creo que el camino se hace al andar, que las metodologías describen los procesos que se han ido mejorando a lo largo del tiempo y que de verdad han demostrado que funcionan después de probar variantes, ver el resultado y sobretodo cargarla. Al final si el equipo es bueno y estila buenas prácticas la metodología aparece sola.
Me recuerda a una frase que leía en una bodega de un familiar: “una buen vino puede arreglar una mala comida y uno malo estropear una buena”