Año 2005, llega un contratista a una obra, se acerca a un chaval que está controlando una grúa -que no conoce de nada- y le dice “hola, soy menganito, vengo de la empresa TALCUALSA y me gustaría contratarte”. El chaval responde con educación que no quiere cambiar de trabajo y el contratista va a por el siguiente.
Imagínate eso cada día, varias veces a la semana. Imagina el ego del chaval, imagina la respuesta del personaje cuando venga el décimo contratista a ofrecerle trabajo. Piensa también en lo todo lo que podrá chulear delante de sus amigos y compañeros de trabajo.
Ahora no hace falta que imagines lo que pasa con ese chico en 2013.
Pues eso es lo que veo casi a diario en twitter con los recruiters. Son todo quejas sobre las veces que te contactan, lo “mal educados” que son o la poca idea que tienen del sector, sin darse cuenta que tal vez estemos buscando a esa gente dentro de 5 años. Son un síntoma de lo bien que está el sector, lo cual debe ser motivo de alegría, pero algún día llegarán las vacas flacas.
Hasta hace dos minutos tenía un mensaje en Linkedin bastante prepotente, lo he quitado y desde hace unos días trato de contestar a todas las personas que me contactan a través de esta red. Muchas de ellas no saben ni a lo que me dedico, tampoco pasa nada por responder de forma educada. Quién sabe.