Iba por el pasillo de la facultad, donde estaban los despachos de los profesores, echando un ojo a los típicas hojas pegadas en las puertas con propuestas de proyectos fin de carrera. Me llamaron la atención dos, uno para facilitar la movilidad a gente que usa silla de ruedas y otro sobre un tema agrícola. Después de hablar con los dos profesores me decanté por el agrícola, después de todo años atrás había ido con mi padre a echarle un cable en las tareas del campo, así que me tocaba un poco la patata, al final las cosas que te motivan las haces porque te tocan la fibra y no el bolsillo. Y así empezó agroguia un producto que con tecnología resolvía un problema que muchos agricultores tenían: poder medir distancias en el campo con sus tractores.
Tuve la suerte de que ese profesor, Jaime Gomez Gil, era además de agricultor e ingeniero, un tío brillante, con la cabeza sobre los hombros y con pasión por el tema. Mes tras mes trabajamos en el prototipo, de mientras trabajaba con una beca de la friolera de 400 euracos al mes en TV Castilla y León poniendo cables. Cuando terminamos el proyecto resultó no ser tan malo (algo cutre sí), decidí venderlo, total ¿por qué no? otros ponian a la venta cosas peores. Y lo hice, con unos 600€ (tuve que romper el cerdito) de inversión compramos lo necesario y a la calle a vender! creo que mejor que te lo cuente es que veas el video que creamos, creo que resume, en el técnico y emocional, lo que es agroguía.
No voy a contar de nuevo la historia de agroguía, la he contado en charlas, hemos salido en la tele, periódicos (internacionales también), blogposts, puedes buscarlas si estás interesado. Como detalle curioso cuando empecé a trabajar para Vizzuality (la empresa de donde salió CARTO) la gente me conocía por “el fulano de los tractores” o “el de las provincias” (algún día alguien me contará el porqué algunos lo usan en tono despectivo).
Este verano, después de pasar unos últimos años donde apenas habíamos dedicado tiempo y por tanto el negocio había bajado, decidimos transferir el negocio a nuestros partners y amigos Smartrural que sí pueden hacerse cargo y explotar el producto. Así que el 3 de Julio firmé lo que es el punto y aparte de un negocio de más de 12 años, significaba para mi deshacerme de algo que parí, he visto crecer y que ha sido mucho más que un producto.
Es difícil sacar conclusiones de tantos años pero en resumen estoy bastante contento aunque creo que contento no es exactamente la palabra, creo que es satisfecho.
Creamos una empresa en la que nos gustaba trabajar. No burocracia, nada forzado, trabajamos pocas horas al día. Por aquel entonces me leí “getting real” de 37signals (libro que deberías leerte) y disfruté cada página viendo como esta gente describía, de forma muy simple, lo que yo pensaba (aunque ellos lo han ejecutado mucho mejor). No molabamos nada, no usabamos tecnología puntera, pero daba igual.
Con la perspectiva de los años agroguía me parece un productazo y estoy muy orgulloso de la gestión de producto. Siempre muy enfocado, ha hecho y hace una sola cosa muy bien, hemos dicho que no a muchas cosas miles de veces. Técnicamente no es nada del otro mundo, son unas pocas miles de líneas de código, con algunos ficheros que no se han tocado en años y que ha sobrevivido durante 12 años sin despinarse pasando por varias generaciones de dispositivos móviles. Esto ahora lo llaman legacy, yo prefiero llamarlo “working code”.
Y no solo eso, creamos un negocio. No pensabamos en startups, queríamos ganar dinero resolviendo un problema que existía resolver un problema que resultó hacernos ganar dinero. Si muchas startups empezaran así ahora creo que nos iría mucho mejor, hay muchísimos problemas que resolver y por lo cuales la gente está dispuesta a pagar. Sin tener ni idea descubrimos lo que ahora llaman inbound, outbound, lead generation, SEO, venta online… y todo esto haciendo las cosas diferentes, sin mirar como lo hacían los demás, a pecho palomo (menudos inconscientes). En esa época escribía bastante en mi antiguo blog, puedes echar un vistazo a los posts. Aun recuerdo una conferencia donde el director comercial de una gran empresa de sistemas de agricultura de precisión (que por cierto nos han copiado varias veces) se reía de mi porque le dije que solo vendíamos por internet desde un pueblo de 800 habitantes en medio de la meseta.
No creamos un imperio, ni cambiamos el mundo, tampoco vendimos lo que no teníamos pero fuimos claros, hablamos con palabras que todo el mundo podía entender, hicimos la vida de algunas personas mejor, nos divertimos y aprendimos. Podría haber sido mucho más, el sector agrícola mueve muchísimo dinero, y créeme, necesitan tecnología, pero fue lo que quisimos que fuese.
Buena suerte amigos.