El otro día veía Fyre en Netflix, un documental sobre un festival de música muy bien vendido pero muy mal ejecutado que resultó ser un desastre.
A medida que van pasando las entrevistas a la gente involucrada tenía una sensación familiar, la típica de “estoy metido en un agujero del que sé que no se sale”. Los que trabajamos haciendo en vez de pensando en hacer sabemos perfectamente de qéé hablo. Tenemos ese sexto sentido de “esto no se puede hacer” que a veces nos falla pero cuando da fuerte de verdad, lo sabes.
En mi vida he estado en algunas de esas, pero recuerdo dos, una de ellas hace 15 años donde un lunático pensó que se podía hacer un sistema de domótica en un par de semanas y todos fuimos arrastrados allí. La segunda, de la cual fui además parte de los iluminados que vendían el sueño (y posiblemente el más culpable porque sabía que no era posible), fue en CARTO cuando decidimos que en 6 meses se podría reimplementar el 80% de los construído en años y además añadir más features.
Esto no es un consejo para todo el mundo, pero si volviese atrás, en las dos ocasiones, me hubiese ido de la empresa. Aún sufro consecuencias del peaje que pagué por aquello, en ningún caso me ha merecido la pena, ni he aprendido nada (bueno, aprendí que nunca más lo volverás a hacer) y no guardo ni un solo buen recuerdo. Y lo peor, de largo, arrastré a personas al lodazal.
Afortunadamente teníamos un equipo que supo sacar aquello con unos cuantos meses de trabajo (los que hubiese costado en realidad hacerlo) y mucho esfuerzo. Hay veces que lo de tener un equipo que no te mereces es literal.
En el documental se ve como muchos profesionales abandonan el barco cuando vieron el percal.
Lo triste es que el mundo de software está aún poco profesionalizado y sigue pasando, pero imagino que llegará el día donde los técnicos de este sector seamos capaces de argumentar con algo diferente a rabietas.
Esta semana he terminado mi serie sobre el Data Lake. El Data Lake es algo así como el Fyre festival de los datos, suena perfecto, pero es un trabajo de años, para el que necesitas una cultura de empresa MUY técnica y que incluso así es complicado.
Lo he escrito más pensando en ser una guía para aquellos que estén pensando en centralizar todos los datos que piensen el arco de iglesia que van a montar y si de verdad les da beneficio.
Siempre he pensado que la única forma de aislar lo suficiente a zonas de una empresa es productizar y eso incluye el acceso a los datos. Y dar acceso a Tablau desde fuera de tu equipo/departamento/area a tu base de datos interna no es productizar ni democratizar el acceso a datos, es buscar dependecias externas que limitarán tu avance.
Por aquí la penúltima entrega, las conclusiones y el índice en formato micro libro
Posiblemente ni te interesen los coches ni la mecánica, pero me gustaría que pudiesemos hablar de tecnología con la pasíón que este hombre habla del primer coche tracción delantera que bajó de 9 segundos en el cuarto de milla (un coche de calle potente tarda entre 15 y 17 segundos en hacer 402m)
Tener claro lo que se quiere conseguir, mostrar sin tapujos qué decisiones se tomaron para resolver un problema en vez de darle a la palanca del marketing y tapar lo que realmente es interesante (en el video la limitación del data logger), hablar de los problemas que encontraron por el camino (la suspensión delantera), los problemas que no resolvieron (las roturas de la transmisión en la salida), etc, etc. son las cosas que me gustaría ver en nuestro día a día.
Todo el canal de este señor es brutal si te gustan los coches.