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El camino corto

Cuando comencé a crear agroguía, hace ya casi 5 años, tuve la suerte de tener claro lo que quería resolver, y digo suerte porque la mayoría de proyectos de tecnología que veo a mi alrededor no tienen casi nunca claro a donde quieren llegar (esto es tema para otro post). El primer paso para resolver un problema es tener claro el problema. Dicho esto desarrollé una aplicación que resolvía un solo problema, sin ningún tipo de funcionalidad añadida.

Esto tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Si desarrollas un producto y lo vendes vas a tener que escuchar muchas veces “el software de la competencia hace X e Y, el tuyo no”, te van a aconsejar miles de veces, de personas que saben y que no saben que deberías hacer tal o cual funcionalidad que será un éxito en el número de ventas. Normalmente la gente te agradece mucho más el hecho de que mantengas la aplicación simple a lo que protesta por no tener tal o cual cosa, que, aunque lo veas como fundamental para tu negocio, normalmente se puede pasar sin ello si el producto te resuelve tu problema principal. Somos así de tontos.

Sin embargo pasa el tiempo y ves como mucha gente te solicita cosas muy concretas que te encajan. Pero la cuestión aquí no es que encajen porque un señor muy listo haya sacado su bola de cristal y haya pensando cierta funcionalidad que los usuarios necesitarán, ni encajan porque tenga claro que voy a vender mucho más por ello, si no que lo hace porque en parte me siento en deuda con la información que la gente me está dando (esta es otra cosa que cuando cuento a la gente cercana no entienden “esto es un negocio, javi”).

Ves que encaja y la desarrollas, pero entonces piensas en los usuarios de tu producto y te dices: “no voy a joder a esta gente ahora que ya se ha acostumbrado a usar el producto”. Así que hace un tiempo decidí dos cosas:

- nunca cambiaría el “camino corto”, esto es, la forma de usar la aplicación para resolver el problema original.
- nunca añadiría funcionalidad que entorpeciese la resolución del problema original, esta siempre debe ser “opcional”.

En resumen, de las releases de agroguía nunca se ha tocado el planteamiento original de empezar a funcionar dando a un solo botón, ni como se interpretan los datos, eso sí, se ha añadido funcionalidad, pero siempre opcional (de hecho un tiempo la vendimos aparte), el cliente si se actualizaba iba a seguir funcionando exactamente igual pero si quería podía usar las características añadidas. También tengo que destacar que las releases de agroguía no suelen ser para añadir funcionalidad, si no para mejorar la que hay.

Escribo este post ahora como “autocastigo”. La última release que tenía planeada de agroguía rompía una de esas reglas, no de forma muy importante en mi opinión, pero que tras las primeras pruebas con gente real resultó no ser la mejor idea.

Son cosas como estas las que te recuerdan lo importante que es seguir una filosofía.